Papá, eres un gran hombre, porque me quieres y trabajas mucho.
Yo casi no te veo durante la semana.
Cuando sales por la mañana, es temprano y estoy dormido.
Cuando llegas por la noche, ya estoy acostado.
Papá, yo te quiero mucho y con nadie me siento tan bien como contigo.
Me gustaría hablarte todos los días de mis cosas, pero para mí no tienes tiempo.
Como sabes, tengo un poco de dinero ahorrado y quiero comprarte una hora de tu valioso tiempo.
Entonces papá:
¿Cuánto cuesta una hora de tu tiempo para que me la dediques, todos los días?
El tiempo pasa muy rápido y nunca vuelve.
El tiempo que dedicamos a nuestros hijos, es la mejor inversión que podemos hacer.
El será feliz y tú nunca te arrepentirás!!
FELIZ DÍA DEL PADRE.
